Wednesday, November 28, 2007

Espanja Espanjaksi

Como me parece que es una cuestión interesante, os voy a hablar en más detalle de lo que hago en una escuela con niños con los que no comparto ningún idioma en común.

En primer lugar, confieso que antes de llegar aquí la idea de no poder hablar con los chavales me acojonó un poco. Pero lo cierto es que, mi falta de finés, actúa más en los niños como un magnífico incentivo para aprender, que me representa a mí un problema insalvable.

A nivel organizativo, tal y como acordé con Anja, dividimos cada clase en dos grupos, de modo que en cada sesión uno de los grupos se viene conmigo a una clase pequeñita a parte (a mi clase) donde hago experimentos educativos con ellos, mwejeje.

En serio, en cierto modo experimento un poco con ellos y conmigo mismo.

A parte de las clases de inglés que doy a los chavales del cole, soprendentemente para mí, tengo un montonazo de chavalines de todas las edades que han decidido apuntarse a las clases de español que organicé en su momento, por curiosidad, por si alguien quisiera venir. Lo sorprendente de la cuestión es que las clases, por cuestiones de currículo, son en horario extraescolar -uséase, que los niños hacen horas extra en el cole para aprender español conmigo -yo lo flipo.

Es más, a los pocos días de empezar las clases me llegaron las maestras de 1º y 2º (los más peques) pidiéndome por favor que hiciera un hueco en mi horario para ir al menos 30 minutos a la semana a sus clases, puesto que algunos niños estaban tristísimos porque algunos de ellos también querían ir a las clases de español pero que sus padres no les dejan ir por cuestiones de trabajo/transporte. Casi todos los problemas en Laponia, por cierto, tienen que ver con el transporte.

Total, que a parte de las clases de los peques en horario escolar, tengo otros 5 grupos de español. Y la verdad es que no recuerdo disfrutar tanto con algo como disfruto hablando malagueño castizo-castizo en plan "a vé, tú, rubio, vente pacá hombre" a grupos de niños (y alguna que otra mamá) que empiezan escuchando desconcertados, pero que poco a poco, entre risitas y bromas, empiezan a entender.

Estando las cosas así, pues sí, me es muy fácil estar motivado, y, cierto es que ayuda tela ver y sentir que los niños se lo pasan tan bien como yo. Así mismo, el hecho de no tener ningún plan de estudio ni nada está claro que ayuda a no tener ningún tipo de presión ni prisas, y esto, estoy convencido, ayuda bastante a tener una atmósfera relajada y a disfrutar de las clases.

En cuanto a metodología, tanto con el inglés como con el español, uso un enfoque comunicativo exaustivamente monolingüe. Quicir, que les hablo exclusivamente en el idioma en cuestión, lenta y estratégicamente, sin recurrir jamás a un segundo idioma para explicarles algo. Si no me entienden (que es la gran mayoría de las veces) entonces recurro a cosas físicas y reales que tenga a mano, que señalo o manipulo (incluído los propios niños, a quienes a veces utilizo a modo de marionetas para representar situaciones) , ayudándoles a que entiendan (o a que construyan por su cuenta) el significado de lo que digo. También recurro a añadir tonos y gestos exagerados, sonidos, e incluso dibujos en la pizarra. Tanto para mí como para ellos, lo que importa es hacerse entender como buenamente se pueda.

Para aquellos improbables maestros (o futuros maestros) de lenguas que me lean, os aseguro que, con una actitud tranquila y paciente, esto que cuento funciona mucho mejor de lo que uno se podría imaginar.

En cuanto a objetivos, aunque esté enseñando idiomas, dejo parcialmente a un lado los aspectos puramente lingüísticos (a parte de porque nunca me los aprendí ni me los sé bien, jaja), para poder así poner más énfasis en la actitud necesaria para aprender y hablar un idioma extranjero: una mezcla de arrojo y creatividad, de flexibilidad mental tanto en la emisión como en la recepción del mensaje, y la idea implícita de que para entendernos mutuamente, tanto en clases de idiomas como en la vida real, independientemente del idioma que hablemos, es necesario escuchar al otro con atención, y simplemente, intentar entender.


Por cierto, el título del post es cómo dicen los fineses "El español a través del español".

2 comments:

Guehe said...

Estoy convencido que si hicieras eso en E.E.U.U. acabarías con alguna demanda de cualquier tipo...

Así que aprovecha y pon apunto el sistema con los inocuos niños lapones.

Robe said...

English through English... por qué me suena ese título??? Un saludo Juanmi!!! Me flipa lo que haces con los niños, si alguna vez escribes algo al respecto, tipo unidad didáctica o lo que sea, me lo mandas por mail, ok? Pídeselo a Juampe.

Saludos desde Málaga!!!