Sunday, April 27, 2008

Gaceta la Goleta

El 4 de Noviembre de 2007, el capitán Zissou y su tripulación zarparon del puerto de la bahía de Santo Colomo en una expedición temeraria augurada al fracaso.

Hoy, casi 6 meses después, un buque mercante de la compañía Las Amercias encontró la embarcación encayada en un arrecife cercano a Pederasca. Se especula sobre un posible naufragio debido a la inexperiencia del capitán en las aguas mayores, aunque las autoridades navales no descartan otras causas.

Tras explorar la embarcación los marinos de Las Amercias encontraron algunos efectos personales. No se han encontrado sin embargo, resto alguno de la tripulación.

Hoy se vive un día de luto oficial en el puerto de Santo Colomo. Las banderas se bajarán a media asta debido al cariño que el pueblo le tenía al capitán por su papel activo en la Revolución de los Palomos.

Sin embargo, no hay dos sin tres, y cada cual tiene su San Pascual, especialmente en Santo Colomo, donde el que no come pan, definitivamente come lomo.

De todas modos, a mí nunca me cayó bien, era un petulante engreído -gruñe Kymmenen, un bucanero barbudo de los de parche en el ojo y cicatriz en la cara- El podrido bastardo...

Pues a mí siempre me pareció un chico muy majo y educado, -interrumpió doña Herminia, siemprepresente de cuerpo y cuervo- Quizá un poco sisältäohjautuva, pero muy educado.

Molesto por ser interrumpido, Kymmenen respondió- Anciana, váyase a otro lado con su cuervo a roer y chupetear huesos si no quiere que le dé un puntapié en el costalal como el que le dí en el 74. -Viendo el efecto de sus palabras en doña Herminia, prosiguió algo más envalentonado- El Zissou ése, era un marino de plumero y fanfarria; con sus suspiros de chiqueta enamorada sacaba a cualquiera de quicio. Era de ese tipo de capitán que para salir de su camarote necesitaba siempre 30 minutos de espejo y polvera. Y yo meo ron añejo sobre mamelucos como él.

Pogo el mono, inseparable compañero de Kymmenen, sabía muy bien como agitar el ambiente cuando su amo se animaba, así que empezó a gritar y a dar saltos sobre las vigas de la cantina parando solamente para rascarse el ojete mofándose de la anciana.

Una risa se extendió entre los hombretones de la cantina, la mayoría de los cuales, aquella noche, o temían, o estaban al servicio de Kymmenen.

Doña Herminia, sabiendo de la rivalidad de los dos marineros, y habiendo acumulado a lo largo de los años tanta astucia como prudencia, respondió antes de darse la vuelta - Un poco de respeto para el ya difunto capitán, no es de hombres hablar duro cuando ya no se ha de ser contestado.

¡Anciana del infierno! -estalló Kymmenen, levantándose de su silla con llamas encendidas en su ojo de alquitrán.

Rápidamente, con un gesto certero, la anciana se cubrió con su capa negra, y ante el asombro de todos, cuerpo y cuervo desaparecieron en una nube de humo gris y plumas negras.

Mientras la confusión aún estaba tan presente en la cantina como el humo de la anciana, se oyó decir desde todas partes:

Si tan duro eres, junta a tus hombres, coge tu nave y zarpa al amanecer. Triunfa donde él fracasó y gánate el respeto de los que aún callando, todavía recuerdan lo que hiciste en la bahía de San Jerónimo.

Enfurecido y respirando pesadamente por la nariz como un toro bravo, Kymmenen, a falta de ron, tragó orgullo, y sin saber muy bien por qué, tomó las palabras de la anciana como una orden, y al poco tiempo bebía como un bucanero mientras su segundo de a bordo reclutaba a los mejores hombres para la travesía de la mañana.

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Tuesday, April 8, 2008

The Big Ovation

La sala en oscuras resaltando sólo su figura debido al cañón de luz que le ilumina.

Caiga el telón de terciopelo rojo mientras en profundas reverencias el autor agradece la ovación silenciosa del público. Caiga, caiga con toda la fuerza de la gravedad, y golpee al autor en el cogote haciéndole besar el escenario. Que un poco de sangre corra de su labio.

Vengan multitudes enloquecidas y agárronle por los brazos y piernas. Tiren, tiren con frenesí, cada uno hacia un lado, cada uno su pedacito. Abofetéenle la cara y pateen sus podridas entrañas si intenta recuperarse de la confusión. Saquen truchas húmedas y golpéenle con fuerza en la cara. Si logra zafarse e intenta huir, que el público se ponga en pie y le arroje gatos muertos.

¡Que no se vaya! ¡A por él!

Sujétenlo con cuerdas ásperas. Acudan en tropel. Desháganolo en pedazos, háganlo jirones, báñense en su sangre, sientan al fín el sabor metálico de la sangre en sus bocas. Griten, griten como poseídos.

Es lo que él querría.

Que mientras se disuelva entre tirones y pellizcos, reconsidere de verdad lo que siempre ha dicho, que mientras observe la hambrienta turba arremolinada alrededor su último pensamiento sea ése, "yo lo único que quería era escribir".


Cáigale tremenda tormenta, pisotéele una manada de ñus, sea arrollado por un tren, revoloteado por un elefante enloquecido, lanzado de costado contra unas palmeras.

Sea escupido en la cara y en público por sí mismo. Sea.

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Saturday, April 5, 2008

Bofetada

No es nada nuevo decir que el lenguaje, ya sea hablado o escrito, como medium para transmitir significado entre dos individuos distintos es una burda falacia. A lo más que llega es a una vaga pantomima pomposa donde se finge que el proceso de pasar nuestro pensamiento a palabras, y luego de éstas a los pensamientos de otro (esperando así mismo que no haya interferencias de contexto físico o cultural, de experiencias o afectivo) es un proceso certero y eficaz.

Sin entrar siquiera ya en la cuestión de si nuestro pensamiento es de por sí el principio de la falacia y el engaño, al llegar a creernos de verdad que sirve como instrumento para digerir la existencia que nos expone a un Universo que igualmente desconocemos.

Nuestra megalomanía es tal, que, ignorando esto (supongo que unos por soberbia y otros por razones prácticas) asumimos una autoridad cósmica, y allá vamos, a interpretar y juzgar el mundo sin dejar hueco a una pizquina de humildad que nos recuerde de cuando en vez que en realidad no tenemos ni puta idea.


Toma brasca: Amanda Baggs es una mujer de 28 años con un autismo severo diagnosticado (de esos que gimen y se dan golpecitos en la cabeza mientras dejan caer tremendos chorreones de salvo) que hace unos meses le ha pegado una bofetada enorme al mundo, en especial al mundo médico que diagnostica y trata el autismo.

Hace unos meses colgó en YouTube un vídeo-manifiesto, llamado "In My Language" (En Mi Idioma), que dura unos 8 minutos y pico, pero que os recomiendo encarecidamente veáis con la mente abierta, sin prisa, ni acritud.

Yo hace ya 3 semanas desde que lo ví y, aún hoy, no ha dejado de perturbarme.

Si os pica la curiosidad, y queréis leer un poco más, aquí os pongo un link a un artículo publicado en Wired, sobre Amanda y otros autistas como ella que consiguen encontrarse en Internet, creando una consciencia común, y una inevitablemente cercana mansalva de bofetones que cuestionen este tinglado que nos hemos llegado a creer sobre nosotros mismos y el mundo.

Está en inglés.

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