Renqueó y coleteó, pero no viendo su razón de ser, se cerró y se marchó a un mundo mejor donde los blogs olvidados recuentan sus entradas y comentarios.
Estoy satisfecho. Lo cierro por desahucio, sí, pero le concedo el mérito de haberme hecho escribir de cuando en vez y de haber disfrutado con honestidad vuestras visitas y comentarios de apoyo, tanto los hecho públicos como los murmurados en secreto.
Cuando empecé el blog, la idea de exponer públicamente lo que escribía me aterraba.
Posiblemente, el Quijote debió ponerle a Sancho en algún momento la mano en el hombro y le dijo algo parecido: Hemos de admitir, amigo Sancho, que longo es el camino así cuan ancha es Castilla, pero que me aspen por el culo sino no es cierto también que aprendido algo se ha.
Hoy, gracias a pequenyas perlitas de apoyo y a otros factores minúsculos de inadvertida cotidianeidad que se fueron acumulando hasta no poder más, me encuentro en una buena dinámica de escritura -por primera vez desde hace ya demasiados anyos y desalientos. Y, por darle un nuevo aire que encaje bien con el cambio, traspásome pues a nuevos ámbitos de difusión al mismo tiempo que dejo el país que este blog vio nacer.
Incluidme en vuestras oraciones, dejo Fin-landia y vuelvo a Austria.
Pero sin más demora!
Queridos, improbables e/o inexistentes lectores, gracias por vuestra fidelidad y visitas. Gracias por la curiosidad y el interés.
Estáis invitados a encontrar mis poemas y pequenyos relatos en notas publicadas en mi perfil de FaceBook (Juanmi Kymmenen).
Y muy pronto, en un blog ahora en construcción, pequenyas acrobacias compartidas en un proyecto común de creatividad y actitud, abierto a participantes ansiosos de dar palizas a las malas actitudes que asedian nuestra vida y nuestros procesos creativos y de expresión.
Como pretendió decir Machado pero erró: el blog que ves no es blog porque tú lo leas, es blog porque, en mitad del ruído, del frío y de la noche, os parásteis un instante a miraros, y, a pesar de todo, sentísteis al otro ser.
Tuesday, October 14, 2008
Cerrado por Desahucio
Sunday, September 21, 2008
Vacuolismo, Síndrome de
Hay un conflicto abierto entre querer exponer lo que escribo públicamente y, al mismo tiempo, no querer dejarme desbordar por impulsos narcisistas y egocéntricos.
No obstante, desde hace algún tiempo vengo pensando, quizá sospechando, que lo último es más bien una secuela de mi complejo de ninyo vacuola, y que, en realidad, eso precisamente es lo que he venido haciendo los últimos anyos, sin que ello termine por zanjar el conflicto.
Pienso pues, que quizá debería probar con ímpetu lo contrario, y no sentir miedo de que la gente vaya a dejar de quererme, o vaya a burlarse de mí secretamente por leer lo que escribo.
Es por eso por lo que últimamente estoy "publicando" en Facebook una serie de pequenyos poemas que estoy escribiendo.
Sí, eso de los poemas es que aunque me cueste creerlo, he conseguido entrar en una dinamica de, después del trabajo, sentarme en algun café de Oulu y escribir de cuando en cuando (será el no tener internet, ni en realidad ningun tipo de mueble en casa excepto la cama).
El hecho es que aquí he conocido a un chaval, Gabor, un maestro hippie de vocación anarquista, de mi misma edad y con una cierta tendencia a escribir, y condenado a limpiar en turnos de 8 horas suelos y vómitos de gente mejor que él en el night club de lujo por excelencia de Oulu.
Hemos conectado bien, y, hablando, hace unas semanas decidimos crear y organizar un taller de escritura creativa en Oulu. Aunque sólo dos participantes se han apuntado, desde el primer día, sin falta, han venido al taller super motivados: uséase, él y yo.
Pero no parece que el número de participantes importe mucho, siento que es lo mejor que he hecho (a parte del Linus, está claro) en mucho tiempo. Además, yo estoy contento porque él personalemte me cae bien, me gusta cómo escribe, y me siento cómodo sabiendo que entiende la escritura de un modo parecido al mío.
Hace unos anyos participó en un taller parecido cuando vivía en Glasgow, y por eso conoce muchos ejercicios y diferentes tecnicas de escritura creativa, y, bueno, en general, esto me ha ayudado a escribir de forma más o menos regular, sin darle mucha importancia, y a sentirme más cómodo con la idea de hacer público lo que escribo, también las cosas que robo sinvergüenzamente de otros.
Lo malo es que la mayoría de las cosas las escribo en Inglés para poder compartirlas con Gabor, y que, me parece, sólo puedes verlas en mi perfil si tienes una cuenta en Facebook. No he querido copiar y pegarlas aquí por lo del inglés, por no repetirme en todos lados, y porque aparentemente aún mis conflictos de ninyo vacuola mantienen su efecto, pero había pensado que, a lo mejor, alguno, os gusta, y que, por ganarle unos centímetros en la batalla al vacuolismo, os lo comentaba en esta entrada.
Tuesday, September 16, 2008
Portrait of a sitting group
Se sentaron una vez a la misma mesa un tullido, un freaky, un guaperas, uno grandote que no hablaba, una embarazada y una chica de espaldas.
Qué se discutía allí, nadie lo sabía. Lo que sí se podía decir es que el freaky tomaba notas, el tullido luchaba con la gravedad para mantenerse en su silla, el guaperas tomaba pequenyos sorbos de su cafe, mientras que el grandote no hacia nada salvo estar callado y ser grande. La embarazada comia algo con pinta de ser vegetal y sano y sonreia continuamente, aunque su sonrisa parecia mas comercial que calida y genuina -no daban ganas de abrazarla. La chica de espaldas pareciera que hablara, aunque de espaldas, como siempre estaba, era difícil de asegurar.
De pronto, se acabaron las bebidas, se llegó a un acuerdo o se aburrieron, aún hoy eso no está claro. El hecho es que todos menos el tullido se empezaron a dar la mano. Y no es que éste aún tuviera bebida, estuviera en desacuerdo o prefiriera quedarse, sino que, se entiende que desproveerse de una mano para dársela a un extranyo podría desigualar fatalmente la batalla contra la gravedad, quien, sin miramientos, lo atraeria contra la Tierra con una fuerza igual a 9.8 Newtons por segundo, acabando la escena con un tullido en el suelo, situación que en la sociedades modernas se intenta evitar, permitiendo, por ejemplo, que los tullidos sigan sus despiadadas y solitarias batallas contra la gravedad y se retuerzan en sus asientos con las caras rojas y las venas de la frente hinchadas, mientras que las personas civilizadas, repletas, aburridas o en acuerdo, llevan a cabo el ritual de decirse adios y desearse lo mejor aunque sea mentira.
La embarazada se puso su abrigo lentamente, mientras, el freaky se ajustaba su bufanda de futbol preferida y se ponia una gorra vieja. El guaperas miro su movil -a juego con su buen parecer- y el grandote, sin decir nada, se puso de pie y se hizo aún más grande. La chica de espaldas estuvo a punto de hacer que el universo colapsara, ya que, tras estrechar manos y ponerse de pie, decidio darse la vuelta y mirar al narrador.
Y no, a un narrador no se le mira, se le escucha.
No se interrumpe la historia ni se da uno la vuelta,
ni se deja y abandona a un narrador como tu me dejas,
solo, aburrido y sin papel, en profundo desacuerdo y perdiendo
la de la gravedad y todas las demás batallas.
Tuesday, September 2, 2008
Herrumbre
A veces se me atra(gar)ganta. Esta vida asquerosa, esta locura sin sentido con la que todos parecen manejarse. Detesto echarme en cara el negarme a vivir esa vida. Sí, así es. Me niego. Esa vida donde uno siente que se avanza hacia algún lugar, donde existen ideas tan frágiles como la estabilidad y la seguridad, esa vida donde el pensamiento positivo, los buenos propósitos y pensar que cada persona es un tesoro por descubrir, son la clave del éxito.
De ninguna manera. Me niego en rotundo. Paren - Just paren el ruído. Dejénme oírme pensar, por favor.
Esa no es, desde luego, la vida que yo vivo. O bien no podemos estar hablando de la misma vida, o es que uno de los dos no termina de entenderlo del todo. No. No puedo centrarme en conseguir metas, en creer en que hacemos algo o que se avanza o que en medio de tanta locura, algo en absoluto, importa lo más mínimo. No puedo pensar en pasarlo bien y ser feliz, porque dios santo, soy un ser humano que ha de morir algún día y no puedo seguir adelante sin reconciliarme antes con esa devastadora idea. ¿Cómo es posible ignorarla? Sé muy bien cómo es posible, pero, pregunto, tal ignorancia, ¿no nos aleja de nuestra propia esencia? Ignorar tal idea está claro que es la única forma de seguir adelante, pero, ¿nadie en esta puta locura se cuestiona que, a lo peor, es todo una ilusión? Cuando uno existe inevitablemente en el cuerpo a cuerpo con la nada, en lo desconocido, no tiene sentido hablar de “ir hacia adelante” porque simplemente no existe ninguna dirección…
¿Cómo podría pues aceptar que todo es más fácil cuando se abraza la ilusión de que algo en absoluto importa algo? Quizá, una caída inevitable es más fácil de llevar con los ojos cerrados, pero, ya que he de caer, prefiero mantener los ojos abiertos y lanzarme en picado, lleno de lucidez, contra tal horror. Ver a mis iguales caer conmigo, pero verlos. Cruzar unas miradas de claridad en el terror abismal. Poseer la consciencia de la existencia, y de la finitud -mirar al otro, cogerle de la mano, y decirle con el corazón lleno de alaridos, oh hermano, te quiero.
Me desgarra el corazón pensar en ello, pensar que mis seres más queridos van a morir mientras yo aquí disfruto de una buena película o entreno mi cerebro con un extra difícil Sudoku. No puedo. Siento que no puedo perder el tiempo pasándolo bien, que, necesito hacer, aprender, decirles algo antes. Que estamos perdiendo un tiempo precioso todo el tiempo. Y que me siento terriblemente solo aquí dentro.
Además, dejéseme decir, que pienso que pasarlo bien y ser feliz es un rollo insoportable. No y no. Dejen de insistir, no pienso comprar nada. No me emboten la mente con soluciones a lo que llamáis problemas, ni con nuevas y revolucionarias satisfacciones a lo que proclamáis mis necesidades, no nececito extras de este carnaval ñoño y nauseabundo, simplemente dejénme pasar y pensar. Aunque parezca terriblemente triste y deprimido, roto y ausente, incapaz y quebradizo. Aunque caigan torres a mi alrededor y los polvorientos escombros me cubran el pelo. Aunque me tumbe a dormir en este páramo donde el cielo es gris, las nubes jirones helados y los océanos oscuras fosas profundas. Aunque decida quedarme a beber agua de zanjas en este páramo envenenado donde los pájaros callaron hace mil años. Aunque la herrumbre me cubra la barba y el óxido angoste mis pulmones, les digo, ya que he de vivir y morir inevitablemente, déjenme hacerlo a mi manera.
Pero por dios santo, no dejes nunca de abrazarme fuerte ni me sueltes un instante de la mano.